El Río Jacagua nace en la cordillera Septentrional 520 msnm, discurriendo por varias comunidades del noroeste de la provincia de Santiago de Los Caballeros, más especificamente en la vertiente sur de la sección Las Yayitas en el paraje La Guama de la Cumbre de Juan Veras; el nacimiento puntual se ubica en la cota sobre los 725 msnm aproximadamente siendo el punto más alto de la cuenca de 984 msnm, donde se inicia la zona de captación de agua hasta aproximadamente los 600 msnm; sin embargo, la zona más conocida y que despierta mayor interes se encuentra próximo a la comunidad de la Chichigua de Gurabo donde se inicia el trayecto a El Saltadero y La Tinajita, puntos de extrema atracción para los amantes de la naturaleza, estos saltos de agua de extraordinario esplendor, poseen una exuberante vegetación ribereña que conserva en gran parte la cobertura boscosa original de la zona; pese a que en el pasado constituyó un balneario cuya visitación era toda una tradición, hoy día la contaminación y la merma de su caudal han creado un impacto negativo en la vida del Ecosistema.
Hace una confluencia de sus aguas con el Río San Francisco en las inmediaciones de Santiago Viejo, su desembocadura se produce en la vertiente Norte del río Yaque del Norte, en la comunidad de El Ingenio, realizando un recorrido de aproximademente 9 kms. La cuenca en total tiene una superficie de unos ——- kms2. La cuenca alta tiene una superficie de ——— kms2, iniciándose en los firmes de la loma Los Ramones y La Yayita hasta las proximidades de la carretera de Santa rita, a unos 300 msnm.
El rio Jacagua discurre desde la montaña serpenteando en dirección sur-suroeste, en una disputa permanente con las franjas de disipación de energía, erosionando los taludes rocosos de la ribera y el lecho, arrastrando a su paso piedras de distintos tamaños y produciendo a su paso bancos de sedimentos y terrazas aluvionales.
El río Jacagua, hoy en día, es un cuerpo de agua degradado, secándose o reduciendo considerablemente su caudal en periodo de estiaje y produciendo crecidas espectaculares cada vez más peligrosas y destructivas en los periodos de alta pluviometría (lluvia), como consecuencia de la perturbación de su cuenca.
Descripción de La Zona Protegida
Esta zona protegida abarca una extensión de aproximada de 14.44 kms2 correspondientes a las zonas de captación de agua de las cuencas de los ríos Jacagua, San Francisco, Pedro García y parte de Yásica; además de una parte muy sensible de la zona de captación de agua en la porción nordeste de la cuenca del río Quinigua. También abarca una porción pequeña de la zona de captación de agua de la Cuenca del río Gurabo en su derivación oeste. De manera específica esta zona tiene 10 ríos y arroyos y más de 70 cursos de agua secundarios con corrientes permanentes a ocasionales o temporales.
Los ríos y arroyos mas importantes son: Jacagua, Yásica, Pedro García, Cañada Los Ramones, Arroyo Bellaco, Arroyo Palmada Limpia, Arroyo Los Martes, Arroyo La Subida de la Mujer, Arroyo Alto de los Arroyos, Arroyo del Cachimbo, Río San Francisco y Arroyo Salamanquita.
Esta zona abarca los firmes de la Loma La Yayita, Loma Los Ramones, Loma Palo Alto, Loma de Agua Honda, Loma Alto de los Arroyos, Loma Los Auqueyes, Loma Alto del Jamo, Loma Los Higos, Loma La Búcara y parte de la cumbre de Juan Vera. Algunos de estos firmes alcanzan elevaciones de hasta 984, como es el caso de la Loma de Agua Honda. Otros tienen elevaciones importantes como el caso de la Loma La Yayita donde Nace el Río Jacagua y El río Yásica.
Por su ubicación, en esta área protegida se encuentran zonas de vida de bosque húmedo y de bosque muy húmedo montano bajo, con áreas de bosque nublado principalmente en las derivaciones norte y nordeste de los firmes. La zona esta conformada principalmente por suelos de fuertes pendientes con predominancia en la categoría de clase VII y VIII, encontrándose porciones menos relevantes de suelos clase VI.
Por esta razón estamos frente a suelos de alta vulnerabilidad por los usos conflictivos relacionados con agricultura de ciclo corto y ganadería extensiva. Estos conflictos de uso son responsables de la inestabilidad de los flujos de agua de la cuenca, definiendo rangos extremos entre los períodos de estiajes y de alta pluviometría. Estas fluctuaciones extremas se manifiestan en reducción a su mínima expresión o sequía del caudal hasta crecidas exorbitantes altamente destructivas en los periodos de alta pluviometría. Estos eventos están muy asociados a los procesos erosivos que se derivan de los usos conflictivos, habiendo desaparecido por este concepto en muchos casos, las capas fundamentales del suelo, que son responsables de la retención de las aguas y regulación de los flujos hidrográficos.
Algunas consideraciones sobre el tipo de zona protegida
Dentro del perímetro delimitado se encuentran viviendas dispersas y pequeños núcleos poblados, principalmente en los Higos, La Yayita y La Guama. Es de ahí que la modalidad de protección debe incluir la regulación, no necesariamente la eliminación de los procesos productivos de esas familias, acercando el uso de sus suelos a la vocación productiva de estos.
Por sus características ambientales muchas porciones de la zona protegida presentan una tendencia al uso del espacio para la construcción de cabañas y residencias vacacionales y veraniegas, uso con el que habrá que contar y se tendrá que regular.
En la zona existe una cultura de excavaciones para extracción artesanal de ámbar, actividad que existe pero que deberá ser regulada.
Todo el espacio de la zona protegida es reivindicado por alguien, por lo que la jurisdicción privada y la estatal deben ser definidas partiendo de esta realidad.
En la zona existen también modelos productivos forestales y de cultivos permanentes que deberán ser incentivados.
¿Porque Cuidar el Río Jacagua?
Pues, nosotros, los seres humanos, necesitamos de agua para nuestro desarrollo, así los demuestran nuestras principales ciudades que se formaron cerca de la orilla de los mayores ríos de nuestro país; pero además, nuestro futuro necesita que tengamos ríos que fomenten bosques que ayuden a producir lluvia y regular nuestras siembras y nuestro clima y la razón mas importante es: para preservar un pedazo de naturaleza para nuestras futuras generaciones.
Los Santiagueros, especificamente nuestra población juvenil, no dispone de posibilidades válidas para el disfrute sano de la naturaleza, además este es el mejor medio para inculcar el respecto a la naturaleza y el conocimiento de los ecosistemas ribereños, la dinámica de los ríos, las formaciones geológicas presentes y el disfrute de la quietud del lugar.
¿Dónde empezar la caminata?
El Sendero hacia el Saltadero se inicia en el sector de la Chichigua, en un área habilitada para recibir los visitantes y estacionar sus vehículos. Concluye en El Saltadero a —–msnm con una distancia de 2.5 kms. Cuenta con cinco estaciones en las que el visitante observa aspectos relacionados con este ambiente ribereño, como las características ecológicas, su formación geológica, la hidrografía, el relieve, los suelos, las formaciones boscosas y el comportamiento del río como cuerpo de agua.
Como todo viaje, este presenta diferentes niveles de dificultad. Se recomienda empezar el recorrido desde la caseta #1 (en la Comunidad de La Chichigua), desde donde se requiere un guia para nuestro cuidado e información.
Desde el principio notará que, independientemente de la temporada, siempre encontrará algo de lodo en el suelo, esto gracias a la humedad típica de los bosques, lo que ayuda a mantener el caudal de quebradas y riachuelos durante todo el año.
Los escalones y demás ayudas de madera que hay a lo largo del camino forman parte del reciclaje de las ramas y árboles que caen en el bosque, pero tome en cuenta, en el caso particular de los pasamanos, que estos pueden aflojarse por el uso continuo, por lo que es recomendable que siempre, antes de apoyarse, pruebe su resistencia. Las señalizaciones cubren todo el sendero, donde encontrará varias estaciones que le permitirán conocer informaciones pertinentes de dicha estación, también descubrirá bancas donde realizar un agradable picnic rodeado del cantar de las aves, la presencia de flores multicolores y el pasar de pequeños reptiles que pueden aparecer fugazmente.
La variedad de árboles que se ven en puntos clave del recorrido, será de grata impresión dado que, afortunadamente, buena parte de estos son el bosque primario del lugar. Regresando al sendero, dependiendo del paso y ritmo de cada quien, se puede recorrer en dos horas. Es un tiempo suficiente para tomar fotos del lugar, disfrutar de la vista y descansar en los diversos puntos habilitados para este fin.
¿Qué debe llevar?
Indispensable, abastecerse de suficiente hidratación, una gorra, pantalón largo, una camisa fresca, snacks y, por supuesto, su inseparable cámara fotográfica.
¡No olvide!
Al entrar al recorrido, debe siempre pagar el acceso al parque que es de un peso para los locales y dos pesos para los extranjeros. Además, no olvide confirmar su salida, lo cual forma parte del protocolo de seguridad que debe mantenerse en todos los parques, para así informar a las autoridades en caso de que se extravíe.